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Viaje al interior de la mente

Capítulo 9 - Nuestras relaciones con los demás

Tema: Viaje al interior de la mente

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Aunque ya se ha tocado este asunto de pasada, merece un capítulo por su fundamental importancia en nuestro equilibrio emocional.

Como se ha dicho somos un ser único, diferente de todos los demás, ni mejor ni peor que otra persona y no tenemos porqué compararnos con nadie ni con ningún modelo social prefabricado.

Lo que si tenemos que hacer es aceptarnos como somos, física y mentalmente, con nuestras capacidades, limitaciones y necesidades. Y una necesidad psicológica de la máxima importancia es la de comunicarnos con otras personas y la de establecer con algunas de ellas lazos de afecto. Cuantas más mejor, ya que nos causará menos transtorno la pérdida de alguno, lo que sin duda ocurrirá en algún momento.

Está el grupo grande de los amigos, cada uno con un nivel de amistad y de afecto mayor o menor, los hemos elegido nosotros y a la vez hemos sido elegidos por ellos. Si hemos sabido hacerlo razonablemente puede ser extraordinariamente valioso, un disfrute con su trato, un enriquecimiento con sus opiniones y un apoyo importante cuando atravesamos circunstancias difíciles.

Más importante, y también más conflictiva a veces, es la familia. Aunque a algunos les parezca demasiado crudo debo decir que el simple vínculo familiar, por si solo, no significa nada. Su extraordinario valor viene del afecto mutuo que conlleva en la inmensa mayoría de los casos (pero no en todos), principalmente entre padres e hijos, y entre hermanos además de la pareja. Si este afecto no existe (no importa el motivo) es mejor para ambos limitarse a relaciones de simples conocidos sin intercambiar ninguna información de tipo personal.

Hay que tener en cuenta que todo este conjunto de relaciones y afectos es dinámico, va cambiando lentamente con el tiempo, y resulta natural que un afecto que en su día fue incluso intenso pueda haberse desvanecido en una o en las dos partes interesadas. Resulta imprescindible aceptar el hecho como algo normal. Y si se trata de la pareja no tiene sentido el seguir viviendo juntos.

El peligro de estos afectos tan profundos viene de que algunas personas, con las mejores intenciones, pretenden coaccionar a otra para obligarla a que se comporte como a ella le parece mejor o más conveniente, sin respetar su personalidad y su libertad de decisión. Naturalmente me estoy refiriendo exclusivamente a adultos. Esto viene del pasado, cuando el concepto de libertad individual no existía y toda persona dependía de la voluntad de otra.

Otro peligro es cuando una persona se limita al afecto de otra, generalmente el cónyugue, y va prescindiendo de los demás. Se coloca en una situación de dependencia, que puede ser muy cómoda, pero que la hace terriblemente vulnerable. ¡¿Que pasará si dicha relación desaparece de pronto?!, puede ser un fallecimiento o, peor aun, que en la otra persona haya ido desapareciendo el afecto y llegue el momento en que tenga que manifestarlo. La interesada puede hundirse en las tinieblas.

Con esto termina el tema "Viaje al interior de la mente". Espero que haya sido útil tanto a quien haya seguido el largo camino indicado, como en su día hice yo, como a los que lo hayan emprendido sin terminarlo. Incluso a quien se haya limitado a leerle en su integridad y a reflexionar un poco sobre él, reteniendo lo, a su juicio, más importante.

Para ver todos los capítulos de este tema, en la columna de la derecha pulsar bajo el epígrafe "Temas" en "Viaje al interior de la mente"

Capítulo 8 - Estudiando a otra persona

 

Tema: Viaje al interior de la mente 

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Un nuevo conocido. Tras la primera y superficial impresión examinaremos la forma como se expresa y su dominio del idioma si es el mismo nuestro, esto nos puede dar una idea de su nivel cultural y poco más. Si la conversación se mantiene algo reflejará del parecido o no de sus aficiones con las nuestras y eventualmente de sus prejuicios sociales y religiosos en el caso de que están muy arraigados y no pueda prescindir de mostrarlos en todo momento.

Supongamos que en principio su trato nos interesa y mantenemos más contactos y conversaciones con dicha persona. Refuerzo de la impresión anterior y nuevos elementos, especialmente sus ideas sobre temas de actualidad o conocidos. ¿Se interesa por lo verdaderamente importante o por futilezas? ¿Sus razonamientos son lógicos o se limita a repetir lo que oye? También nos puede servir lo que otros nos hayan contado de ella pero, ¡cuidado!, puede ser muy arbitrario y en todo caso tendremos en cuenta quien nos lo dice.

En estos primeros encuentros empezamos a ver también aspectos sobre su emotividad, persona abierta y extrovertida o prudente, grado de simpatía, sentido del humor, facilidad de risa, volubilidad en saltar de unos temas a otros, abundancia o no de gestos. Puede sernos muy útil el conocimiento del llamado "lenguaje corporal" que no es otra cosa que lo que resta del primitivo lenguaje de la especie que todos los animales sociables tienen y que expresa involuntariamente emociones. No necesitamos ser expertos, un poco de lo más elemental nos basta.

Es mejor dejarla hablar y escuchar, aunque naturalmente también tendremos que intervenir y procurar encauzar la conversación hacia temas profundos (excluida política y religión) y hacia las aficiones comunes. Ha llegado el momento de decidir, ¿hasta donde nos interesa su trato?, ¿podría quizás llegar a ser un amigo?

Comienza a establecerse una amistad, nos cuenta cosas de su vida privada y de sus relaciones con otros. Ya está entreabierta la puerta hacia su interior. Nuestra experiencia con nosotros mismos nos ayuda a ver sus contradicciones y dudas, la fuerza que en él o ella tiene su "censor", como se enjuicia a si mismo y los fútiles razonamientos con que, en algunos casos, trata de justificarse a si mismo (seamos comprensivos y no hagamos ninguna objeción).

También veremos cuales son sus ideas y juicios de valor sobre otras personas que conocemos y como frecuentemente se complica la vida sin necesidad. Es fundamental respetar sus ideas y especialmente su comportamiento y decisiones que son exclusivamente suyas, ¡no lo olvidemos!

Los buenos amigos a veces nos piden un consejo, incluso excepcionalmente podemos tomar la iniciativa de dárselo espontáneamente si se trata de una amistad antigua y bien consolidada y de un asunto importante. Hay que exponer nuestro punto de vista lo más objetivamente posible, expresando los pros y los contras, siempre teniendo en cuenta que tratamos de darle más material para que él reflexione y tome su propia decisión, no de influirle. Y algo fundamental, no insistir nunca.

También puede ayudarnos en el conocimiento de los demás el aprender un poco de grafología, lo que además resulta muy interesante. No es ninguna ciencia exacta pero en definitiva se trata de gestos hechos con la mano, de trazos específicos de cada cual, y con la ventaja de que quedan sobre el papel y podemos estudiarlos tranquilamente.

 

(continuará)

Capítulo 7 - Conocer a los demás

 

Tema: Viaje al interior de la mente 

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Ahora que nos conocemos a nosotros mismos estamos en mejores condiciones que nunca para conocer a los demás. Sabemos que pueden estar condicionados en mayor o menor medida por lo que yo llamo "el censor" como lo hemos estado nosotros. Sabemos que en su interior se ocultan deseos, emociones e instintos que ellos ignoran y niegan pero que influyen en sus decisiones, como nos ha ocurrido a nosotros (y quizás ni siquiera hemos descubierto todos).

Y lo más importante, en el curso de nuestro viaje nos hemos vuelto tolerantes con nosotros mismos, con nuestras limitaciones, con nuestros errores en el pasado de los que actualmente comprendemos las causas y que asumimos. Ahora, al volver la vista hacia otra persona lo haremos con una actitud de respeto y de tolerancia y comprensión hacia sus errores y contradiciones (o lo que a nosotros nos parecen serlo).

Esto es fundamental y sin ello nunca llegaremos a conocer en profundidad a otro ser humano por próximo que le tengamos física y sentimentalmente. ¡Que lejos estamos de los "juicios de valor" con los que pretendíamos decidir por él lo que es "bueno" o "malo", lo que le conviene o no, comparando su comportamiento con el modelo standard de la sociedad en que vivimos.

Una simple mirada en torno y lo primero que percibimos es la gran diversidad de los que nos rodean, edad, aspecto físico, comportamiento, etc. Yo voy a limitarme en exclusiva a personas adultas y mentalmente sanas, aun cuando los límites entre cordura y desequilibrio mental son difusos, como todos los límites que establecemos para facilitar nuestro estudio y conocimiento.

En el capítulo siguiente describiré las etapas a seguir en el conocimiento de otra persona, en el caso general, desde que comenzamos a tratarla hasta que llega a ser un amigo o amiga.

Hay situaciones que lo hacen muy difícil, especialmente cuando no somos independientes de ella por voluntad propia, por sentimientos, o por las circunstancias, y las decisiones del uno afectan al otro. El caso más grave es cuando una persona depende económicamente de su cónyugue o de otro familiar. No voy a referirme a estos casos ya que no tengo experiencia en ellos.

(continuará)

Capítulo 6 - Recapitulación

 

Tema: Viaje al interior de la mente 

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Si hemos llegado hasta aquí estamos en el final del viaje, o casi, aunque será conveniente mantener la costumbre adquirida y seguir en el futuro examinándonos a nosotros mismos de cuando en cuando, porque nuestra personalidad es dinámica y continúa evolucionando.

Yo creo que toda persona es capaz de hacerlo con la excepción de los casos patológicos y de aquellos en que "el censor" introducido en su mente y emociones asociadas son tan poderosos que de nada les sirve su capacidad de razonamiento lógico, afortunadamente muy escasos en los países desarrollados y en nuestra época, en tiempos pasados fue muy diferente.

Y si por cualquier motivo te has quedado por el camino no ha sido tiempo perdido, sin duda estarás en mejor situación que al comienzo.

Es el momento de darle un repaso al largo camino recorrido, destacando los aspectos de nuestra personalidad antes ocultos y que en la actualidad han surgido a la luz y conocemos. Y posiblemente es el momento también de dedicar un poco de tiempo a reorganizar y armonizar entre ellas a nuestras ideas básicas.

Los psicólogos ponderan los beneficios de la "autoestima", los tiene sin duda junto con algunos inconvenientes menores, pero es mucho mejor la "autoaceptación". Ahora nos conocemos, así somos, en algunos aspectos concretos (memoria, reflexión, rapidez, etc.) inferiores a otra persona determinada y en otros aspectos concretos superiores a ella. ¿Que nos importa?, no tenemos porqué compararnos con nadie, somos nosotros, un individuo único dentro de la especie humana, y con arreglo a nuestras características tenemos que organizar nuestra vida, que también es exclusivamente nuestra.

Salvo circunstancias extraordinarias en la sociedad en que estamos inmersos nada nos impide ser razonablemente felices, disfrutando de las pequeñas satisfacciones cotidianas de la vida (si nos toca alguna extraordinaria, pues bienvenida), tranquilos y en buena relación con los demás.

Desde luego no podemos olvidar que vivimos en sociedad y que tenemos que respetar a los demás si les exigimos que nos respeten y no se inmiscuyan en nuestros asuntos privados. Hay bienes comunes como las calles y las carreteras y resulta evidente que para su uso ordenado por todos son necesarias unas normas. ¡Pero que no invadan con este pretexto nuestra privacidad!

Como seres humanos tenemos necesidades y entre ellas la psicológica de relacionarnos con otras personas y de establecer lazos afectivos con algunas de ellas. Sin embargo es nuestro derecho el aceptarlo o no con quien lo pretenda, sea quien sea, sin dar ninguna explicación a nuestro posible rechazo. Naturalmente es preferible hacerlo de una forma cortés cuando sea posible, y tendremos que aceptar el mismo derecho en los demás y considerar normal y sin transcendencia si alguien nos rechaza. El ideal es diversificar nuestros afectos y tener muchos amigos, así el fallo de alguno, por fallecimiento u otras causas, será más llevadero.

Caso aparte es el de las personas que no nos agradan y con las cuales nos vemos obligados a tratar por razones de trabajo. Lo mejor es mantener con ellas una conducta correcta, cortés y distante, limitando nuestra conversación a lo que sea necesario sin entrar en nada personal.

 

(continuará)

Capítulo 5 - Adelante

Tema: Viaje al interior de la mente

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

El segundo paso es comenzar a reflexionar uno tras otro sobre nuestros deseos y gustos, como si se tratara de los de otra persona, cuidando de no dejarnos influir por lo que consideramos que deberían ser. Seamos sinceros con nosotros mismos que nadie se va a enterar. En este momento no se trata de si son posibles ni de nuestro mayor o menor éxito en su logro, simplemente queremos saber cuales son.

Como complemento nos puede ayudar el examen de nuestros sueños y especialmente de nuestras ensoñaciones. Dejar vagar libremente nuestra fantasía durante un rato sin pensar en nada serio, en momentos en que estemos tranquilos y reposados, y reflexionar posteriormente sobre ello da resultados excelentes. De todas formas este procedimiento será más fructífero cuando hayamos avanzado más en nuestro viaje.

A continuación viene el examen de nuestros sentimientos y emociones y la reflexión sobre ellos, lo que es bastante más difícil de hacer con objetividad. ¡Atención!, no nos dejemos llevar por los prejuicios, somos una individualidad distinta a las demás y no tenemos porque ser iguales a nuestros familiares, amigos o personas que conocemos, y mucho menos ajustarnos a un modelo preestablecido.

Tampoco estamos obligados a tener ningún sentimiento determinado hacia otra persona, sean cuales sean nuestras relaciones o parentesco con ella. Los sentimientos son espontáneos, personales y libres, los tendremos o no hacia otra persona determinada, en mayor o menor grado, es asunto nuestro.

Todo lo dicho para los gustos y deseos es aplicable aquí e, insisto, no nos engañemos a nosotros mismos, nadie tiene porqué conocer nuestros pensamientos.

Cuando tengamos bien trabajado cuanto antecede será el momento de dar otro importante paso, comenzar a examinar en nuestros recuerdos cual ha sido nuestro comportamiento en el pasado en distintas circunstancias y si se ha ajustado, dentro de las posibilidades, a lo que realmente son nuestros deseos, gustos, y sentimientos.

También es importante mirar cuales han sido a continuación nuestros juicios de valor sobre estos comportamientos propios, si hemos creído que deberían haber sido distintos, y si nos han producido pesadumbre o incluso remordimientos, inútiles y nocivos. Sin confundirlo con las reflexiones que hicimos en su día o hacemos ahora sobre el resultado respecto al objetivo que perseguíamos y sobre las reacciones provocadas en terceras personas, lo que es otra cuestión.

Esto nos dará una idea de hasta que grado nos hemos dejado dominar por "el censor" incrustado dentro de nuestra mente, antes de que iniciáramos la tarea de desmantelarle e intentar conocernos a nosotros mismos, y hasta que grado hemos sido libres.

Resulta muy interesante seguir el proceso a lo largo de nuestra historia con lo que iremos viendo como se ha ido desarrollando nuestra personalidad con la edad y como nos hemos ido librando lentamente de algunos de los prejuicios iniciales, pocos o muchos, en el curso de esta evolución de nuestra personalidad, evolución que por cierto continúa actualmente.

 (continuará)

Capítulo 4 - En Camino - Los primeros pasos

 

Tema: Viaje al interior de la mente

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Comenzaremos pues revisando una tras otra lo que nos parecen ideas básicas y especialmente las que constituyen juicios de valor ¿Desde cuando lo consideramos así?, si es desde siempre, desde la infancia, seguro que lo hemos adoptado sin razonar sobre ello. Ha llegado el momento de hacerlo, y si además el ponerlas en duda levanta una emoción de rechazo todavía resulta más necesaria su revisión.

Hay cosas que sabemos que no son como se creía hace unos cuantos siglos y sin embargo nos seguimos comportando de acuerdo con las viejas ideas, principalmente temas sobre nuestra propia naturaleza y la del mundo y todo lo llamado sobrenatural, claro para la ciencia, terriblemente confuso para muchos.

Revisar estas ideas no significa rechazarlas sin más sino reflexionar y buscar en que se basan. A la mayor parte tendremos que modificarlas o incluso sustituirlas, algunas son pura basura que sólo sirven para crearnos dificultades.

Otro tanto tendremos que hacer a continuación con los juicios de valor. ¿Porqué consideramos esto bueno y lo otro malo?, aquí necesitaremos estar atentos al inevitable rechazo emocional a pensar siquiera sobre estos temas.

Todos estos prejuicios (en el sentido de juicios previos, anteriores a nuestra capacidad de razonar y elaborarnos) que nos han sido inculcados, consideran a la persona no como un ente individual y único sino como una pieza intercambiable dentro de un conjunto. En otras palabras como una oveja que forma parte de un rebaño, algo ideal para los que tienen vocación de pastores.

Dentro de nuestra mente estas ideas y juicios de valor heredados se agrupan formando lo que Freud llamó el "superyo", que trata de controlar y dominar al "yo", nuestra propia identidad. Para mí el nombre apropiado no es "superyo" sino "censor".

Su efecto es el de rechazar parte de nuestros deseos, gustos, pensamientos y emociones de la zona consciente y relegarlos al subconsciente desde donde siguen actuando y jugando su papel en nuestro comportamiento, sin que tengamos una idea clara sobre su existencia. La consecuencia es que no nos comprendamos a nosotros mismos, lo que origina a su vez inseguridad, inestabilidad emocional e incluso remordimientos.

En el curso de nuestro viaje todo lo que ha sido artificialmente confinado en el subconsciente irá aflorando y saliendo a la luz. ¿Miedo a conocerlo?, quizás, pero es lo mismo que cerrar los ojos para no ver un precipicio, o el clásico ocultar la cabeza bajo el ala que atribuimos a las avestruces.

Cuanto se encuentra en el subsconciente es tan parte de nosotros mismos como lo consciente, y tiene el mismo influjo en nuestras decisiones. Para dirigir la coordinación y buscar la armonía de todos los elementos que integran nuestro yo contamos con el pensamiento lógico que, en casos extremos, tiene la capacidad de imponerse a los demás, y dificilmente podrá realizar bien su trabajo si desconoce a parte de los mismos.

En el curso de nuestro viaje tendremos que volver una y otra vez a revisar y completar este trabajo previo, conforme vayamos descubriendo aspectos ocultos de nuestra mente o nos tropecemos con ideas y creencias que no obstante haber sido elaboradas por nosotros lo fueron apoyándose en algunas básicas que antaño considerabamos verdades absolutas, pero que no resistieron el examen a que las sometimos después.

 

(continuará)

Cápitulo 3 - Iniciando el viaje

 

Tema: Viaje al interior de la mente 

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Lo primero es remover los obstáculos artificiales que nos lo impiden. Siendo niños cuando no teníamos la capacidad de razonar y de aceptar o rechazar como falso lo que nos decían, la sociedad, a través principalmente de nuestros padres, hizo que nos inculcaran una serie de ideas y juicios de valor preestablecidos, acordes con un modelo standard propio del país y de la época en que por azar hemos nacido.

Se comprende, pues alguien tenía que decidir por nosotros en nuestro comportamiento. El mal estriba en que han perdurado en la edad adulta, en que los utilizan los dirigentes de la sociedad en que vivimos para manipularnos y, especialmente, en que van asociados a emociones que tratan de impedir el que se pongan en duda y nos crean malestar cuando nuestros actos no se ajustan a ellos.

Hoy cualquier persona culta sabe perfectamente que este modelo compuesto principalmente por normas sociales y una religión y su moral es completamente distinto en otros países y lo fue en otras épocas. Por añadidura está anticuado y obsoleto dada la rapidez con que se suceden los cambios actualmente. ¿Porqué pues no le desechamos o al menos le revisamos? Sin duda a causa de las emociones unidas a estas ideas que lo obstaculizan y a la costumbre de haberlas considerado ciertas desde siempre.

Si de verdad queremos conocernos a nosotros mismos tendremos que hacerlo. De lo contrario cada vez que nos tropecemos con algún aspecto de nuestra personalidad, sentimientos, emociones, deseos, gustos, etc. que no se ajusten al modelo nos negaremos inconscientemente a verlo empujándolo aun más lejos en la zona oscura, en el subconsciente. Y cada vez que un razonamiento lógico entre en contradicción con el susodicho modelo le desecharemos.

Pocos son hoy los que mantienen en su integridad todo este sistema de juicios de valor y creencias preestablecidos, les aplicamos el adjetivo peyorativo de "fanáticos" pero sería más humano el compadecerles, sin perjuicio de tener cuidado cuando tratamos con ellos.

La mayoría de los habitantes de los paises cultos han modificado en su fuero interno una parte mayor o menor de este modelo, lo más burdo, conservando otra, la que conlleva emociones más intensas. El resultado son contradicciones internas que pueden amargar su vida y que en ocasiones las incitan a no pensar.

En el otro extremo también son pocos los que han desechado totalmente el modelo sustituyéndole por otro de elaboración propia. En cuanto a nuestro caso particular es mejor que no nos hagamos demasiadas ilusiones, si realizamos el viaje hacia el interior ya lo veremos.

Todo lo hasta aquí expuesto, y su continuación, se lee en poco tiempo pero si vamos a realizar el viaje, llevando la luz hasta las profundidades de nuestra mente, necesitaremos dedicarle mucho más, meses, quizás incluso años, depende de nuestra situación personal. El ideal es adquirir la costumbre de dedicarnos a pensar sobre nosotros mismos en momentos destinados exclusivamente a ello y de forma periódica.

 

(continuará)

Capítulo 2 - La Mente

 

Tema:  Viaje al interior de la mente 

(Ver capítulo anterior de este tema)

 

Nuestra mente es única, pero se ha desarrollado dentro de una estructura general que compartimos con el resto de los humanos, lo mismo que ocurre con nuestro cuerpo. Como él se compone de una multitud de partes que deben funcionar de una forma armónica y sincronizada. De esta armonía depende su salud que es más difícil de mantener que la del cuerpo debido a ideas ajenas introducidas en la misma desde edad muy temprana.

Estos elementos que integran la mente fueron surgiendo a lo largo de la evolución, y cada grupo ocupa una zona del cerebro que, a groso modo, rodea y envuelve a la anterior.

Los más antiguos son los automatismos y reflejos, que compartimos con todos los animales. Siguieron los instintos y luego vinieron las emociones lo que constituyó un considerable avance.

Las emociones precisan de una memoria ya muy desarrollada para poder comparar con su contenido la información que nos llega del exterior a través de los sentidos y desarrollar consiguientemente una reacción más elaborada que la que nos dan los reflejos e instintos. Una parte de las emociones, los sentimientos, resulta imprescindible desde que algunos animales, mamíferos y otros, comenzaron a cuidar de sus hijos y a formar sociedades.

En la capa más externa del cerebro reside el pensamiento que inicialmente fue de asociación de ideas (como noche o desconocido con peligro) llegando posteriormente al razonamiento lógico, al menos en la especie humana. Para hacerlo posible nuestra memoria ha llegado a un tamaño tan considerable que, por comparación, deja como insignificante a la de los mayores discos duros de nuestros mejores ordenadores, nada extraño si comparamos el número de nuestras neuronas y sus enlaces con el de circuitos que contienen los ordenadores.

Sin la memoria no seríamos nada, y es en sus abismos donde vamos a bucear en nuestro viaje al interior de nuestra mente. Allí se encuentra nuestra historia personal, cuanto conocemos y podemos recordar y también todo aquello cuyo acceso queda fuera del alcance de nuestra voluntad consciente. Allí se encuentran asimismo en zonas cada vez más oscuras parte de nuestras emociones y de nuestros sentimientos, ideas mejor o peor construidas, y un gran número de conceptos que fueron introducidos en nuestra mente por otros y que son precisamente el mayor obstáculo con que vamos a tropezar durante el viaje que nos disponemos a emprender.

 

(continuará)

Capítulo 1 - Conocerte a ti mismo

Tema: Viaje al interior de la mente

(Ver cabecera)

Por naturaleza tenemos que vivir en sociedad y es por tanto importante conocer a los que nos rodean, y más que nada conocernos a nosotros mismos. Además esto último es un paso previo necesario para comprender bien a los otros.

Aunque parezca difícil, por lo complicado de nuestra mente y sobre todo por los obstáculos artificiales interpuestos, toda persona adulta y sana es perfectamente capaz de emprender este camino.

También pueden ayudar los profesionales, pero ¿que psicólogo, por mucho que le contemos, podrá saber sobre nosotros más que nosotros mismos? Dejemos psicólogos y psiquiatras para los casos patológicos, que es lo suyo, pero sin dudar en recurrir a ellos si vemos que hemos traspasado un límite tras el cual ya no podemos valernos solos.

Nuestro comportamiento, pensamientos, ideas que nos formamos sobre personas y cosas, no dependen exclusivamente de nuestra capacidad de razonamiento lógico, como nos gustaría creer. Otros factores como instintos y emociones juegan un importante papel en ello, Incluso el sentimiento de nuestra propia identidad (la continuidad entre el ayer guardado en la memoria y el hoy) es subjetivo y a veces está falseado.

Pero nada de esto nos impide emprender la exploración de nuestra mente si de verdad deseamos hacerlo. Desde luego será necesario estar dispuestos a aceptar lo que encontremos, nos guste o no. Tenemos la tendencia a mezclar en todo razonamiento los "juicios de valor", que son necesarios cuando vamos a tomar una decisión y actuar, pero un obstáculo si de lo que se trata es de comprender la realidad, y hay que estar prevenidos contra ello.

También necesitamos tiempo. El viaje al interior de nuestra mente no se puede hacer a la carrera, hay que pensar tranquilamente, reflexionar, evocar recuerdos, volver de cuando en cuando a repasar lo ya examinado.

El recorrido de este camino resulta apasionante y fructífero. Nuestro propio conocimiento nos depara serenidad, contribuye a nuestro equilibrio emocional y a que nos sintamos a gusto con nosotros mismos, a aceptarnos tal y como somos en nuestra propia identidad sin necesidad de compararnos con el modelo standard y anticuado que nos ofrece la sociedad. Y se acabaron autorrecriminaciones y remordimientos que son totalmente inútiles pues el pasado no se puede modificar.

El conocernos también nos ayuda a ser más tolerantes con los demás, a comprenderles mejor, a prescindir de la nefasta costumbre de hacer juicios de valor sobre su comportamiento en todo aquello que no nos concierne. En suma a mejorar y hacer más gratas nuestras relaciones con los amigos y en general con cuantos nos rodean.

Lo que sigue es fruto de mi propia experiencia a lo largo de este camino que creo haber recorrido hasta el final. Debo decir que los libros me han ayudado muy poco, algo más en la segunda parte, el conocimiento objetivo de los demás. En esta segunda tarea me ha resultado de gran utilidad la comparación de los comentarios de distintas personas sobre un mismo tema en Internet, y los temas en si mismos. Mi reconocimiento al autor y comentaristas habituales del ya desaparecido blog El Hábitat del Unicornio que luego se llamó El Lado Oscuro.

 

(continuará)