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Esbrújulo

Capítulo VIII - El Universo

 

Tema: Comprender lo incomprensible 

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Durante cientos de miles de años los humanos creyeron que "El Mundo" consistía en una superficie plana con montañas, ríos, etc. inmutables, y cubierta por una bóveda azul iluminada de noche por innumerables lucecitas, sobre la que se desplazaban El Sol y La Luna. Nada tiene de extraño pues es la imagen que nos dan nuestros ojos, y en la actualidad aun existen personas que se comportan como si siguieran considerando esta imagen como real.

Sabios de la antigüedad (el equivalente entonces de nuestros científicos) fueron descubriendo sucesivamente que La Tierra era esférica, que no era el centro del Universo sino que giraba alrededor del Sol, etc., y divulgándolo a pesar de las feroces persecuciones religiosas que sufrieron y que a más de uno le costó la vida.

En su momento, en un punto del universo, una inmensa nube compuesta principalmente por hidrógeno y polvo comenzó a colapsarse, es decir que sus partículas al no estar exactamente a la misma distancia unas de otras se fueron acercando entre si las más próximas, aumentando con ello su atracción mutua y acelerando el proceso. Al final se formó en el centro una gigantesca bola y muchas pequeñas a su alrededor. Por un fenómeno bien conocido pero que no es necesario explicar aquí el conjunto comenzó a girar, cada vez más deprisa.

La inmensa cantidad de pequeñas bolas (llamémolas así aunque su nombre científico es el de planetoides) fueron chocando unas con otras, fundiéndose, y terminaron por formar los planetas que ahora conocemos y los demás cuerpos del Sistema Solar. La bola central que contiene mucha más masa que el resto del conjunto, El Sol, a causa de la presión de su propio peso alcanzó una temperatura de muchos miles de grados centígrados, la suficiente para desencadenar una reacción nuclear en la que dos átomos de hidrógeno se convierten en uno de helio y aparece una cantidad inconcebiblemente grande de energía. El Sol la dispersa a su alrededor en forma de radiaciones electromágnéticas, entre ellas luz y calor.

Entre las órbitas de Marte y Júpiter han quedado un gran número de estos primitivos planetoides que no llegaron a convertirse en un planeta y a los que llamamos asteroides. Más allá de Plutón hay otra zona de pequeños objetos, el Cinturón de Kuiper, hasta aquí todo dentro de espacios con forma de disco aplastado, y más allá otra gran zona con forma de esfera y repleta de objetos, la Nube de Oort. De estas dos últimas zonas de cuando en cuando se sale de su órbita algún cuerpo y llega hasta nuestras proximidades, son los cometas.

Este mismo fenómeno se encuentra en el origen de todas las estrellas, suponemos que en torno a cada una de ellas girará una corte parecida de objetos aunque hasta el momento sólo, por métodos indirectos, se han podido identificar algunos grandes planetas, en el límite de las posibilidades de nuestros instrumentos.

El conjunto de las estrellas a las que pertenece El Sol se llama la Via Láctea, le componen centenares de millones de ellas y es tan sólo una de las galaxias que integran El Universo.

Las galaxias a su vez son centenares de millones y cada día se descubren otras nuevas en los confines más alejados del universo a donde podemos llegar con nuestros telescopios que trabajan en toda la gama de las radiaciones electromágneticas, no sólo en la luz

Nos resulta fácil comprender todo esto mediante imágenes, ya que las que nos dan los telescopios son idénticas a las que nos proporcionan nuestros sentidos, pero lo que nos es imposible de abarcar con nuestra mente es su magnitud, las distancias. Otro tanto ocurre con el tiempo, ¿como formarnos una idea de lo que son miles de millones de años? Y sin embargo estas son las medidas de lo mayor que hemos llegado a conocer.

Todo la dicho, en general, queda para nosotros en el campo de lo bien conocido. Pasamos al de la hipótesis cuando nos preguntamos sobre el origen del universo y como evolucionará en el futuro. Y ¿Es único o existen otros demasiado lejos para que pueda llegarnos nada de ellos o existieron o existirán? A esto último sólo podemos decir "no lo sabemos".

(continuará)

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