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Esbrújulo

Capítulo IX - Teorías

 

Tema: Comprender lo incomprensible 

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Hasta aquí he tratado de dar explicaciones claras y al alcance de todo el mundo a fin de "comprender lo incomprensible" de las bases de la ciencia. Espero haber ayudado en esta difícil comprensión a quienes hayan leído detenidamente cuanto antecede y, especialmente, reflexionado sobre ello.

Ahora, para relajar la atención que ha sido necesaria, expondré algunas teorías curiosas dejando bien claro que entramos en lo que denominé "segundo campo", aquello que no está demostrado científicamente pero no se contradice con lo bien establecido y podría contribuir a dar una explicación a algunos hechos que por el momento carecen de ella.

 

Gaia o la Naturaleza

Hace unos 30 años un científico inglés lanzó la teoría de que todo el conjunto de la vida sobre la Tierra constituye un ser vivo al que llamó Gaia. Al principio fue rechazada vivamente, principalmente por el nombre elegido, en la actualidad es admitida por muchos científicos aunque en general siguen rechazando el nombre de Gaia y prefieren decir La Naturaleza.

Creo que el nombre tiene poca importancia, aunque prefiero el segundo para evitar las posibles asociaciones místicas del primero, diosa de la Tierra para los antiguos griegos.

Lo que si parece evidente es que el conjunto de todos los seres vivos que habitamos la biosfera constituye una entidad de las formadas por la "autoorganización de la materia", del tercer tipo, de lo que se ha tratado anteriormente, como los huracanes, los seres vivos y otros.

Cumple con su característica principal, la de mantener un equilibrio al que vuelve por si misma cada vez que se perturba.

A lo largo de la historia de La Tierra el aire ha mantenido su proporción de oxígeno, a pesar de que para ello es necesario un suministro constante (que procede de los seres vivos) sin el cual desaparece al combinarse con otros elementos, razón por la cual no se encuentra en la atmósfera de los demás planetas del Sistema Solar. También ha mantenido la temperatura dentro de unos estrechos límites, los necesarios para la vida tal y como la conocemos, a pesar de las variaciónes en el suministro de calor llegado desde El Sol, en distintas épocas.

Por último, de cuando en cuando se ha visto sometida a una importante perturbación, la caída de un aerolito gigantesco entre otras causas, una de las cuales, bien conocida, provocó la extinción de los dinosaurios y un gran número de otras especies animales y vegetales. Pasados unos millones de años (poca cosa para ella) se ha restablecido la biodiversidad con la llegada de multitud de nuevas especies que han remplazado a las desaparecidas.

Otro tanto ha ocurrido cuando una especie viva ha roto sus límites y comenzado a crecer de forma descontrolada en número de individuos. El resultado ha sido una catástrofe para ella con una brutal disminución del número de sus ejemplares o incluso su desaparición, como parece que ocurrió con los trilobites.

Esto nos lleva a pensar en el "calentamiento global actual" producido por nosotros mismos. ¿Cual va a ser la reacción de La Naturaleza? ¿Que vendrá tras el "cambio climático" ya irreversible? Yo no creo que la existencia de nuestra especie esté en peligro, pero sí que se avecina una catástrofe para los humanos. Y que la alteración del clima, la subida del nivel del mar y otros efectos van a reducir nuestro número hasta una cifra que no deberíamos haber rebasado nunca, quizás mil millones de habitantes, o menos. Luego retornará el equilibrio.

Volviendo al tema. ¿Es Gaia o La Naturaleza un ser vivo?. Depende de la amplitud que demos a esta denominación. ¿Tiene voluntad? En cierto modo, como la tienen los animales, las plantas, las células o los huracanes. ¿Tiene consciencia? ¡Que difícil!, ni siquiera sabemos realmente en que consiste la consciencia, ni nos consta su existencia más que en nosotros.

Con este capítulo termina el tema Comprender lo incomprensible, que espero haya servido para dar una idea más clara de algunos aspectos generales y básicos de la ciencia que suelen ser bastane mal entendidos.

Para ver todos los capítulos de este tema, en la columna de la derecha pulsar bajo el epígrafe "Temas" en "Comprender lo incomprensible"

Capítulo 9 - Nuestras relaciones con los demás

Tema: Viaje al interior de la mente

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Aunque ya se ha tocado este asunto de pasada, merece un capítulo por su fundamental importancia en nuestro equilibrio emocional.

Como se ha dicho somos un ser único, diferente de todos los demás, ni mejor ni peor que otra persona y no tenemos porqué compararnos con nadie ni con ningún modelo social prefabricado.

Lo que si tenemos que hacer es aceptarnos como somos, física y mentalmente, con nuestras capacidades, limitaciones y necesidades. Y una necesidad psicológica de la máxima importancia es la de comunicarnos con otras personas y la de establecer con algunas de ellas lazos de afecto. Cuantas más mejor, ya que nos causará menos transtorno la pérdida de alguno, lo que sin duda ocurrirá en algún momento.

Está el grupo grande de los amigos, cada uno con un nivel de amistad y de afecto mayor o menor, los hemos elegido nosotros y a la vez hemos sido elegidos por ellos. Si hemos sabido hacerlo razonablemente puede ser extraordinariamente valioso, un disfrute con su trato, un enriquecimiento con sus opiniones y un apoyo importante cuando atravesamos circunstancias difíciles.

Más importante, y también más conflictiva a veces, es la familia. Aunque a algunos les parezca demasiado crudo debo decir que el simple vínculo familiar, por si solo, no significa nada. Su extraordinario valor viene del afecto mutuo que conlleva en la inmensa mayoría de los casos (pero no en todos), principalmente entre padres e hijos, y entre hermanos además de la pareja. Si este afecto no existe (no importa el motivo) es mejor para ambos limitarse a relaciones de simples conocidos sin intercambiar ninguna información de tipo personal.

Hay que tener en cuenta que todo este conjunto de relaciones y afectos es dinámico, va cambiando lentamente con el tiempo, y resulta natural que un afecto que en su día fue incluso intenso pueda haberse desvanecido en una o en las dos partes interesadas. Resulta imprescindible aceptar el hecho como algo normal. Y si se trata de la pareja no tiene sentido el seguir viviendo juntos.

El peligro de estos afectos tan profundos viene de que algunas personas, con las mejores intenciones, pretenden coaccionar a otra para obligarla a que se comporte como a ella le parece mejor o más conveniente, sin respetar su personalidad y su libertad de decisión. Naturalmente me estoy refiriendo exclusivamente a adultos. Esto viene del pasado, cuando el concepto de libertad individual no existía y toda persona dependía de la voluntad de otra.

Otro peligro es cuando una persona se limita al afecto de otra, generalmente el cónyugue, y va prescindiendo de los demás. Se coloca en una situación de dependencia, que puede ser muy cómoda, pero que la hace terriblemente vulnerable. ¡¿Que pasará si dicha relación desaparece de pronto?!, puede ser un fallecimiento o, peor aun, que en la otra persona haya ido desapareciendo el afecto y llegue el momento en que tenga que manifestarlo. La interesada puede hundirse en las tinieblas.

Con esto termina el tema "Viaje al interior de la mente". Espero que haya sido útil tanto a quien haya seguido el largo camino indicado, como en su día hice yo, como a los que lo hayan emprendido sin terminarlo. Incluso a quien se haya limitado a leerle en su integridad y a reflexionar un poco sobre él, reteniendo lo, a su juicio, más importante.

Para ver todos los capítulos de este tema, en la columna de la derecha pulsar bajo el epígrafe "Temas" en "Viaje al interior de la mente"

Capítulo VIII - El Universo

 

Tema: Comprender lo incomprensible 

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Durante cientos de miles de años los humanos creyeron que "El Mundo" consistía en una superficie plana con montañas, ríos, etc. inmutables, y cubierta por una bóveda azul iluminada de noche por innumerables lucecitas, sobre la que se desplazaban El Sol y La Luna. Nada tiene de extraño pues es la imagen que nos dan nuestros ojos, y en la actualidad aun existen personas que se comportan como si siguieran considerando esta imagen como real.

Sabios de la antigüedad (el equivalente entonces de nuestros científicos) fueron descubriendo sucesivamente que La Tierra era esférica, que no era el centro del Universo sino que giraba alrededor del Sol, etc., y divulgándolo a pesar de las feroces persecuciones religiosas que sufrieron y que a más de uno le costó la vida.

En su momento, en un punto del universo, una inmensa nube compuesta principalmente por hidrógeno y polvo comenzó a colapsarse, es decir que sus partículas al no estar exactamente a la misma distancia unas de otras se fueron acercando entre si las más próximas, aumentando con ello su atracción mutua y acelerando el proceso. Al final se formó en el centro una gigantesca bola y muchas pequeñas a su alrededor. Por un fenómeno bien conocido pero que no es necesario explicar aquí el conjunto comenzó a girar, cada vez más deprisa.

La inmensa cantidad de pequeñas bolas (llamémolas así aunque su nombre científico es el de planetoides) fueron chocando unas con otras, fundiéndose, y terminaron por formar los planetas que ahora conocemos y los demás cuerpos del Sistema Solar. La bola central que contiene mucha más masa que el resto del conjunto, El Sol, a causa de la presión de su propio peso alcanzó una temperatura de muchos miles de grados centígrados, la suficiente para desencadenar una reacción nuclear en la que dos átomos de hidrógeno se convierten en uno de helio y aparece una cantidad inconcebiblemente grande de energía. El Sol la dispersa a su alrededor en forma de radiaciones electromágnéticas, entre ellas luz y calor.

Entre las órbitas de Marte y Júpiter han quedado un gran número de estos primitivos planetoides que no llegaron a convertirse en un planeta y a los que llamamos asteroides. Más allá de Plutón hay otra zona de pequeños objetos, el Cinturón de Kuiper, hasta aquí todo dentro de espacios con forma de disco aplastado, y más allá otra gran zona con forma de esfera y repleta de objetos, la Nube de Oort. De estas dos últimas zonas de cuando en cuando se sale de su órbita algún cuerpo y llega hasta nuestras proximidades, son los cometas.

Este mismo fenómeno se encuentra en el origen de todas las estrellas, suponemos que en torno a cada una de ellas girará una corte parecida de objetos aunque hasta el momento sólo, por métodos indirectos, se han podido identificar algunos grandes planetas, en el límite de las posibilidades de nuestros instrumentos.

El conjunto de las estrellas a las que pertenece El Sol se llama la Via Láctea, le componen centenares de millones de ellas y es tan sólo una de las galaxias que integran El Universo.

Las galaxias a su vez son centenares de millones y cada día se descubren otras nuevas en los confines más alejados del universo a donde podemos llegar con nuestros telescopios que trabajan en toda la gama de las radiaciones electromágneticas, no sólo en la luz

Nos resulta fácil comprender todo esto mediante imágenes, ya que las que nos dan los telescopios son idénticas a las que nos proporcionan nuestros sentidos, pero lo que nos es imposible de abarcar con nuestra mente es su magnitud, las distancias. Otro tanto ocurre con el tiempo, ¿como formarnos una idea de lo que son miles de millones de años? Y sin embargo estas son las medidas de lo mayor que hemos llegado a conocer.

Todo la dicho, en general, queda para nosotros en el campo de lo bien conocido. Pasamos al de la hipótesis cuando nos preguntamos sobre el origen del universo y como evolucionará en el futuro. Y ¿Es único o existen otros demasiado lejos para que pueda llegarnos nada de ellos o existieron o existirán? A esto último sólo podemos decir "no lo sabemos".

(continuará)

Capítulo 8 - Estudiando a otra persona

 

Tema: Viaje al interior de la mente 

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Un nuevo conocido. Tras la primera y superficial impresión examinaremos la forma como se expresa y su dominio del idioma si es el mismo nuestro, esto nos puede dar una idea de su nivel cultural y poco más. Si la conversación se mantiene algo reflejará del parecido o no de sus aficiones con las nuestras y eventualmente de sus prejuicios sociales y religiosos en el caso de que están muy arraigados y no pueda prescindir de mostrarlos en todo momento.

Supongamos que en principio su trato nos interesa y mantenemos más contactos y conversaciones con dicha persona. Refuerzo de la impresión anterior y nuevos elementos, especialmente sus ideas sobre temas de actualidad o conocidos. ¿Se interesa por lo verdaderamente importante o por futilezas? ¿Sus razonamientos son lógicos o se limita a repetir lo que oye? También nos puede servir lo que otros nos hayan contado de ella pero, ¡cuidado!, puede ser muy arbitrario y en todo caso tendremos en cuenta quien nos lo dice.

En estos primeros encuentros empezamos a ver también aspectos sobre su emotividad, persona abierta y extrovertida o prudente, grado de simpatía, sentido del humor, facilidad de risa, volubilidad en saltar de unos temas a otros, abundancia o no de gestos. Puede sernos muy útil el conocimiento del llamado "lenguaje corporal" que no es otra cosa que lo que resta del primitivo lenguaje de la especie que todos los animales sociables tienen y que expresa involuntariamente emociones. No necesitamos ser expertos, un poco de lo más elemental nos basta.

Es mejor dejarla hablar y escuchar, aunque naturalmente también tendremos que intervenir y procurar encauzar la conversación hacia temas profundos (excluida política y religión) y hacia las aficiones comunes. Ha llegado el momento de decidir, ¿hasta donde nos interesa su trato?, ¿podría quizás llegar a ser un amigo?

Comienza a establecerse una amistad, nos cuenta cosas de su vida privada y de sus relaciones con otros. Ya está entreabierta la puerta hacia su interior. Nuestra experiencia con nosotros mismos nos ayuda a ver sus contradicciones y dudas, la fuerza que en él o ella tiene su "censor", como se enjuicia a si mismo y los fútiles razonamientos con que, en algunos casos, trata de justificarse a si mismo (seamos comprensivos y no hagamos ninguna objeción).

También veremos cuales son sus ideas y juicios de valor sobre otras personas que conocemos y como frecuentemente se complica la vida sin necesidad. Es fundamental respetar sus ideas y especialmente su comportamiento y decisiones que son exclusivamente suyas, ¡no lo olvidemos!

Los buenos amigos a veces nos piden un consejo, incluso excepcionalmente podemos tomar la iniciativa de dárselo espontáneamente si se trata de una amistad antigua y bien consolidada y de un asunto importante. Hay que exponer nuestro punto de vista lo más objetivamente posible, expresando los pros y los contras, siempre teniendo en cuenta que tratamos de darle más material para que él reflexione y tome su propia decisión, no de influirle. Y algo fundamental, no insistir nunca.

También puede ayudarnos en el conocimiento de los demás el aprender un poco de grafología, lo que además resulta muy interesante. No es ninguna ciencia exacta pero en definitiva se trata de gestos hechos con la mano, de trazos específicos de cada cual, y con la ventaja de que quedan sobre el papel y podemos estudiarlos tranquilamente.

 

(continuará)

Capítulo VII - Materia y energía

Tema: Comprender lo incomprensible

(Ver capítulos anteriores)

 

Hace mucho tiempo que sabemos que los cuerpos que vemos están compuestos por moléculas o mezclas de ellas en cualquier proporción, las moléculas principales han sido todas bien catalogadas y estudiadas sus propiedades. Algunas al entrar en contacto en determinadas circunstancia de temperatura, etc. reaccionan entre sí y se convierten en otras distintas.

El siguiente paso fue comprender que las moléculas están compuestas a su vez por átomos, en proporciones fijas ya que los mismos sólo pueden unirse en proporciones bien determinadas. Esto supuso una simplificación pues el número de átomos distintos es muy inferior al de moléculas. Todos han sido estudiados y catalogados, al hacer esto último han surgido similitudes que han permitido confeccionar una tabla ordenada en la que todavía queda algún hueco, átomos por descubrir. También sabemos muy bien en la actualidad de que átomos se compone cada molécula, de como se convierten unas en otras se ocupa la química.

Los átomos a su vez se compones de partículas, aquí ya entramos en otro terreno en el que nos resulta más dificil comprender las cosas. Todos tienen un núcleo compuesto por diversas partículas y en torno al cual giran otras muchísimo menores, los electrones. Pero las órbitas que estos describen en torno al núcleo (según los representa el modelo más sencillo) son fijas y un electrón sólo puede saltar de una a otra pero nunca quedar en posiciones intermedias, las leyes físicas que rigen aquí ya no son las mismas que en los niveles superiores.

En cuanto a las partículas que componen los átomos del núcleo o pueden existir aisladas su número es terriblemente alto y desconocido, sus características, comportamiento y reacciones entre ellas nos resultan imposibles de representar mediante nuestro lenguaje ordinario por lo que los científicos las expresan en ecuaciones. Algunas sólo pueden existir un cierto tiempo desde que fueron formadas a partir de otras, tiempo que en algunos casos resulta ser inferior a millonésimas de segundo, lo que da idea de la dificultad de su estudio.

Algunos átomos pesados (de muchas partículas en su núcleo) estallan espontáneamente dividiéndose en otros dos más sencillos, lo hacen en cualquier momento y se mide su periodo de desintegración por el tiempo en que una masa de ellos se ha reducido a la mitad, son los elementos radioactivos. También aquí los tiempos pueden ser muy cortos o alargarse a miles y miles de años. En determinadas circunstancias dos átomos ligeros pueden fusionarse para dar lugar a otro diferente.

La materia va siempre acompañada por la energía que es la que la mueve y origina sus cambios y de la que no podemos formarnos ningún modelo mediante imágenes. No obstante conocemos muy bien sus modalidades, las características de cada una, como se transforman entre sí y el efecto que producen sobre los distintos componentes de la materia. Disponemos de instrumentos para captar aquellas que no son accesibles por nuestros sentidos, de unidades expresamente ideadas para medirla en números en cada una de dichas modalidades y de fórmulas matemáticas precisas para pasar de unas a otras cuando cambian de modalidad.

La energía al igual que la materia se transforma pero ni se crea ni se destruye, aunque esto es válido únicamente para nuestro nivel, los superiores al mismo y el de las moléculas y el de los átomos. Al pasar al nivel de las partículas todas las leyes de la física son distintas.

Cuando un átomo pesado se divide en dos, espontáneamente u obligado a ello, la masa de ambos ya no suma lo mismo que la del primitivo, ha desaparecido materia. Simultáneamente aparece una enorme cantidad de energía que antes no existía. Asombroso fenómeno perfectamente medido por una de las fórmulas matemáticas más sencillas que nos da la equivalencia entre masa y energía. El descubrimiento de este hecho ha permitido la fabricación de las bombas y de las centrales atómicas. El caso contrario, la fusión de dos átomos ligeros en otro, produce a su vez una cantidad aun mayor de energía. La del Sol y la de las centrales de hidrógeno tienen este origen. En teoría toda la materia podría convertirse en energía.

(continuará)

Felicidades

Felicidades

Capítulo 7 - Conocer a los demás

 

Tema: Viaje al interior de la mente 

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Ahora que nos conocemos a nosotros mismos estamos en mejores condiciones que nunca para conocer a los demás. Sabemos que pueden estar condicionados en mayor o menor medida por lo que yo llamo "el censor" como lo hemos estado nosotros. Sabemos que en su interior se ocultan deseos, emociones e instintos que ellos ignoran y niegan pero que influyen en sus decisiones, como nos ha ocurrido a nosotros (y quizás ni siquiera hemos descubierto todos).

Y lo más importante, en el curso de nuestro viaje nos hemos vuelto tolerantes con nosotros mismos, con nuestras limitaciones, con nuestros errores en el pasado de los que actualmente comprendemos las causas y que asumimos. Ahora, al volver la vista hacia otra persona lo haremos con una actitud de respeto y de tolerancia y comprensión hacia sus errores y contradiciones (o lo que a nosotros nos parecen serlo).

Esto es fundamental y sin ello nunca llegaremos a conocer en profundidad a otro ser humano por próximo que le tengamos física y sentimentalmente. ¡Que lejos estamos de los "juicios de valor" con los que pretendíamos decidir por él lo que es "bueno" o "malo", lo que le conviene o no, comparando su comportamiento con el modelo standard de la sociedad en que vivimos.

Una simple mirada en torno y lo primero que percibimos es la gran diversidad de los que nos rodean, edad, aspecto físico, comportamiento, etc. Yo voy a limitarme en exclusiva a personas adultas y mentalmente sanas, aun cuando los límites entre cordura y desequilibrio mental son difusos, como todos los límites que establecemos para facilitar nuestro estudio y conocimiento.

En el capítulo siguiente describiré las etapas a seguir en el conocimiento de otra persona, en el caso general, desde que comenzamos a tratarla hasta que llega a ser un amigo o amiga.

Hay situaciones que lo hacen muy difícil, especialmente cuando no somos independientes de ella por voluntad propia, por sentimientos, o por las circunstancias, y las decisiones del uno afectan al otro. El caso más grave es cuando una persona depende económicamente de su cónyugue o de otro familiar. No voy a referirme a estos casos ya que no tengo experiencia en ellos.

(continuará)

Capítulo VI - La vida

 

Tema: Comprender lo incomprensible

(Ver capítulos anteriores)

 

Cuando los humanos comenzaron a examinar cuanto nos rodeaba y a formarse ideas sobre ello nos creíamos fundamentalmente diferentes a los animales a los que considerábamos como máquinas mas o menos perfectas y provistas de "instinto", a lo sumo eran seres vivos de una clase inferior, a las plantas ni siquiera las considerábamos como tales.

Más tarde hemos tenido que admitir que procedemos al igual que los animales de un largo proceso en el que la vida se ha ido desarrollando y haciendo cada vez más compleja. Y que inteligencia e instinto son una misma cosa, con variaciones de una especie a otra y distintos niveles de elaboración.

Otro paso en la adquisición de conocimientos fue el reconocer que las plantas son tan seres vivos como los animales y nosotros, y que surgieron del mismo proceso. Luego el microscopio nos ha descubierto la existencia de infinidad de seres vivos invisibles por su pequeñez, pero que invaden todo a nuestro alrededor y dentro de nosotros mismos.

El descubrimiento de los genes ha venido a confirmar de forma irrefutable esta identidad fundamental de todos, y la pequeña diferencia que existe entre nosotros y algunos animales si la comparamos con la diferencia entre otros sin embargo bastante parecidos entre sí. Pero este es tema para ocuparnos de él en otra ocasión.

También sabemos ya que cada uno de nosotros está formado por millones de células y que cada una de ellas es un ser vivo, lo que difumina un tanto el concepto de esta palabra. Viendo la forma en que se organizan, se reproducen, mueren y las nuevas generaciones van sustituyendo a las anteriores para mantener el equilibrio del conjunto, que somos nosotros, podemos preguntarnos si no deberíamos considerar también como un individuo vivo a la especie humana, al conjunto de todos nosotros, y en general a cada especie sea de animales o plantas.

Y puestos a ello ¿Porqué no al conjunto de todas las especies sobre la Tierra, la biosfera, que igualmente se autorregula y mantiene al cabo del tiempo un equilibrio al que vuelve por si misma cada vez que sufre una alteración? Se trata tan sólo de una cuestión de palabras, pero pensar en ello amplia nuestra mente y nos hace más capaces de afrontar ideas nuevas.

Todos los seres vivos somos un producto de la capacidad de la materia de autoorganizarse en la forma señalada en el capítulo "las propiedades asombrosas de la materia," del tercer tipo, intercambiamos continuamente materia y energía con el entorno hasta el punto de que en unos pocos años casi todas las moléculas y células que nos componen han sido renovadas, pero conservamos la forma. Desde luego no eternamente.

A ello se ha llegado paulatinamente, algunas moléculas grandes, si están flotando o inmersas en un liquido adecuado, van adhiriendo a sus extremos determinados átomos disueltos en el mismo conservando el centro sin variación, al llegar a cierto tamaño se parten por la mitad dando lugar a dos moléculas idénticas a la original, aquí tenemos la reproducción, primer componente de la vida aunque por si sólo no la constituya. Posteriormente estas moléculas pueden llegar a agruparse en grandes cantidades e iniciar un proceso de autoorganización

Así comenzaron las células consideradas ya como seres vivos aun cuando carecieran todavía de los múltiples refinamientos que la evolución ha ido haciendo surgir posteriormente. A su vez algunas de ellas después de agruparse en grandes cantidades en lugares propicios comenzaron una nueva fase de autoorganización dando lugar a los seres multicelulares como nosotros. Poco a poco la autoorganización nos va dotando de infinidad de mecanismos mediante la selección natural que aprovecha cambios aleatorios para retener los favorables a la supervivencia y eliminar los perjudiciales, ya que los beneficiarios de los primeros viven más tiempo y se reproducen más.

En definitiva, la vida es parte de un proceso más amplio, el mismo que ha originado la Tierra, los planetas, las estrellas, las galaxias y el universo.

(continuará)

Capítulo 6 - Recapitulación

 

Tema: Viaje al interior de la mente 

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Si hemos llegado hasta aquí estamos en el final del viaje, o casi, aunque será conveniente mantener la costumbre adquirida y seguir en el futuro examinándonos a nosotros mismos de cuando en cuando, porque nuestra personalidad es dinámica y continúa evolucionando.

Yo creo que toda persona es capaz de hacerlo con la excepción de los casos patológicos y de aquellos en que "el censor" introducido en su mente y emociones asociadas son tan poderosos que de nada les sirve su capacidad de razonamiento lógico, afortunadamente muy escasos en los países desarrollados y en nuestra época, en tiempos pasados fue muy diferente.

Y si por cualquier motivo te has quedado por el camino no ha sido tiempo perdido, sin duda estarás en mejor situación que al comienzo.

Es el momento de darle un repaso al largo camino recorrido, destacando los aspectos de nuestra personalidad antes ocultos y que en la actualidad han surgido a la luz y conocemos. Y posiblemente es el momento también de dedicar un poco de tiempo a reorganizar y armonizar entre ellas a nuestras ideas básicas.

Los psicólogos ponderan los beneficios de la "autoestima", los tiene sin duda junto con algunos inconvenientes menores, pero es mucho mejor la "autoaceptación". Ahora nos conocemos, así somos, en algunos aspectos concretos (memoria, reflexión, rapidez, etc.) inferiores a otra persona determinada y en otros aspectos concretos superiores a ella. ¿Que nos importa?, no tenemos porqué compararnos con nadie, somos nosotros, un individuo único dentro de la especie humana, y con arreglo a nuestras características tenemos que organizar nuestra vida, que también es exclusivamente nuestra.

Salvo circunstancias extraordinarias en la sociedad en que estamos inmersos nada nos impide ser razonablemente felices, disfrutando de las pequeñas satisfacciones cotidianas de la vida (si nos toca alguna extraordinaria, pues bienvenida), tranquilos y en buena relación con los demás.

Desde luego no podemos olvidar que vivimos en sociedad y que tenemos que respetar a los demás si les exigimos que nos respeten y no se inmiscuyan en nuestros asuntos privados. Hay bienes comunes como las calles y las carreteras y resulta evidente que para su uso ordenado por todos son necesarias unas normas. ¡Pero que no invadan con este pretexto nuestra privacidad!

Como seres humanos tenemos necesidades y entre ellas la psicológica de relacionarnos con otras personas y de establecer lazos afectivos con algunas de ellas. Sin embargo es nuestro derecho el aceptarlo o no con quien lo pretenda, sea quien sea, sin dar ninguna explicación a nuestro posible rechazo. Naturalmente es preferible hacerlo de una forma cortés cuando sea posible, y tendremos que aceptar el mismo derecho en los demás y considerar normal y sin transcendencia si alguien nos rechaza. El ideal es diversificar nuestros afectos y tener muchos amigos, así el fallo de alguno, por fallecimiento u otras causas, será más llevadero.

Caso aparte es el de las personas que no nos agradan y con las cuales nos vemos obligados a tratar por razones de trabajo. Lo mejor es mantener con ellas una conducta correcta, cortés y distante, limitando nuestra conversación a lo que sea necesario sin entrar en nada personal.

 

(continuará)

Capítulo V - Espacio y tiempo

 

Tema: Las propiedades asombrosas de la materia 

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Después de examinar la luz, los colores y las imágenes que nuestro cerebro confecciona con todo ello volvamos al tema de como percibimos la realidad en otros campos fundamentales, y las dificultades que producen en nuestra comprensión de la misma cuando se aparta de nuestro entorno habitual. Comenzaremos por el espacio, dada su importancia.

Tema difícil que ha traído en jaque largo tiempo a pensadores y filósofos. Nuestros sentidos no perciben directamente el espacio y si miramos donde no hay objetos nada vemos, es pues una construcción de nuestra mente como las imágenes, y como ellas imprescindible en la vida y la mejor representación posible de la realidad en nuestro entorno. El problema aparece cuando extendemos este concepto más allá y nos preguntamos por ejemplo que hay en cualquier dirección pasado el último objeto, surge el incomprensible e insatisfactorio infinito.

Lo que nuestros sentidos nos dan es la distancia y dirección entre cada dos objetos, algo que sería en su conjunto caótico e imposible de manejar si el cerebro no creara el concepto de espacio, situando en él los objetos debidamente ordenados. Le llamamos tridimensional (no siempre lo hemos hecho) porque para mejor orientarnos hemos decidido que hay tres direcciones privilegiadas que se cortan entre si en ángulos de noventa grados, delante-detras, derecha-izquierda y alto-bajo. Esto es puramente arbitrario, en el plano horizontal en lugar de dos ejes con ángulo entre si de noventa grados podíamos haber decidido que hay cuatro con ángulo de separación de cuarenta y cinco grados, y otro tanto podríamos decir de los planos verticales.

Para los científicos estos imaginarios ejes, y el centro imaginario en que se cortan son la manera de situar numéricamente la posición de cualquier objeto mediante tan sólo tres números, su distancia en ángulo recto a los ejes. El sistema no es único, hay otro mucho menos usado y se podrían construir infinidad de ellos igualmente válidos.

Ahora vayamos al problema del infinito. Reflexionando un poco podemos comprender que más allá del último objeto el espacio simplemente no existe y por tanto tampoco es real el infinito.

En cuanto al tiempo podemos aplicar el mismo razonamiento, lo que existe en la realidad es el movimiento o sea el cambio en las distancias entre objetos o partes de los mismos, y si este cesara por completo el tiempo ya no tendría sentido.

 

Las Dimensiones

Otro concepto que parece incomprensible más allá de la tercera y que crea las mayores confusiones. Y del que se aprovechan abundantemente los que explotan la seudociencia dándolas un sentido místico y arbitrario para justificar los mayores desatinos.

Afortunadamente su explicación es sencilla. Se trata de un concepto matemático. En los cálculos y ecuaciones es necesario frecuentemente utilizar grupos de dos, tres o más valores que van ligados entre sí. Por ejemplo para situar un punto dentro de un plano necesitamos conjuntamente su distancia a cada uno de los ejes, decimos que el plano tiene dimensión dos. Para situarle en el espacio, y dado el cómodo convencionalismo de los tres ejes, necesitamos conjuntamente tres números y decimos que el espacio tiene dimensión tres.

Pero estas dimensiones no tienen porqué referirse exclusivamente a distancias, en la evolución de la fiebre de un enfermo tenemos dos dimensiones, tiempo y temperatura.

Einstein necesitó en sus cálculos situar la posición de un punto en el espacio y en el tiempo simultáneamente, para simplificar utilizó conjuntos de cuatro cifras inventando el espacio-tiempo cuatridimensional. Hoy los científicos teóricos que trabajan casi exclusivamente con ecuaciones utilizan muchas más en sus hipótesis.

(continuará)

Capítulo 5 - Adelante

Tema: Viaje al interior de la mente

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

El segundo paso es comenzar a reflexionar uno tras otro sobre nuestros deseos y gustos, como si se tratara de los de otra persona, cuidando de no dejarnos influir por lo que consideramos que deberían ser. Seamos sinceros con nosotros mismos que nadie se va a enterar. En este momento no se trata de si son posibles ni de nuestro mayor o menor éxito en su logro, simplemente queremos saber cuales son.

Como complemento nos puede ayudar el examen de nuestros sueños y especialmente de nuestras ensoñaciones. Dejar vagar libremente nuestra fantasía durante un rato sin pensar en nada serio, en momentos en que estemos tranquilos y reposados, y reflexionar posteriormente sobre ello da resultados excelentes. De todas formas este procedimiento será más fructífero cuando hayamos avanzado más en nuestro viaje.

A continuación viene el examen de nuestros sentimientos y emociones y la reflexión sobre ellos, lo que es bastante más difícil de hacer con objetividad. ¡Atención!, no nos dejemos llevar por los prejuicios, somos una individualidad distinta a las demás y no tenemos porque ser iguales a nuestros familiares, amigos o personas que conocemos, y mucho menos ajustarnos a un modelo preestablecido.

Tampoco estamos obligados a tener ningún sentimiento determinado hacia otra persona, sean cuales sean nuestras relaciones o parentesco con ella. Los sentimientos son espontáneos, personales y libres, los tendremos o no hacia otra persona determinada, en mayor o menor grado, es asunto nuestro.

Todo lo dicho para los gustos y deseos es aplicable aquí e, insisto, no nos engañemos a nosotros mismos, nadie tiene porqué conocer nuestros pensamientos.

Cuando tengamos bien trabajado cuanto antecede será el momento de dar otro importante paso, comenzar a examinar en nuestros recuerdos cual ha sido nuestro comportamiento en el pasado en distintas circunstancias y si se ha ajustado, dentro de las posibilidades, a lo que realmente son nuestros deseos, gustos, y sentimientos.

También es importante mirar cuales han sido a continuación nuestros juicios de valor sobre estos comportamientos propios, si hemos creído que deberían haber sido distintos, y si nos han producido pesadumbre o incluso remordimientos, inútiles y nocivos. Sin confundirlo con las reflexiones que hicimos en su día o hacemos ahora sobre el resultado respecto al objetivo que perseguíamos y sobre las reacciones provocadas en terceras personas, lo que es otra cuestión.

Esto nos dará una idea de hasta que grado nos hemos dejado dominar por "el censor" incrustado dentro de nuestra mente, antes de que iniciáramos la tarea de desmantelarle e intentar conocernos a nosotros mismos, y hasta que grado hemos sido libres.

Resulta muy interesante seguir el proceso a lo largo de nuestra historia con lo que iremos viendo como se ha ido desarrollando nuestra personalidad con la edad y como nos hemos ido librando lentamente de algunos de los prejuicios iniciales, pocos o muchos, en el curso de esta evolución de nuestra personalidad, evolución que por cierto continúa actualmente.

 (continuará)

Capítulo IV - Las propiedades asombrosas de la materia

 

Tema: Comprender lo incomprensible 

(Ver capítulos anteriores)

 

Todos estamos habituados a las propiedades de la materia y a sus transformaciones acompañada por su inseparable, la energía. Conocemos bien las características de los distintos aspectos (o materiales) que va formando, no en vano cuanto nos rodea y nosotros mismos estamos compuestos con ellos.

Pero hace poco los científicos han comenzado a investigar un par de propiedades asombrosas. O quizás no lo sean más que las que ya conocíamos y nos parecen tales por la novedad.

La primera es que en la naturaleza dos y dos son más que cuatro, o dicho de una forma más correcta que en la unión de diversos cuerpos aparecen cosas que no existían en ninguno de ellos. ¿Difícil de creer? Supongamos a un científico de otro planeta que conoce perfectamente el oxígeno y el hidrógeno pero no el agua y que sabe que esta existe en otros lugares y su fórmula H2O. Trata de deducir las características del agua a partir de las del oxígeno y del hidrógeno, dos gases. Imposible que llegue a averiguar que el agua es líquida a temperatura y presión ambiente, con puntos muy próximos de cambio de estado (cero y cien grados), que es capaz de disolver a otros materiales sólidos y a cuales, etc.

Y naturalmente las combinaciones no se reducen a dos elementos de los más sencillos como en el ejemplo. Aunque todas las moléculas nos resulten invisibles por su pequeñez, sus diferencias relativas de tamaño son muy grandes. Supongamos que hacemos un modelo en el que representamos a la más pequeña (hidrógeno, compuesto por un sólo átomo) por un ladrillo, las mayores (como las moléculas a base de carbono de que estamos compuestos) tendrían la altura de un rascacielos y una estructura mucho más complicada.

La segunda característica misteriosa es la capacidad de la materia para autoorganizarse. Tenemos tres tipos. Cerrado (que no se da en la naturaleza), en una probeta de laboratorio ponemos diversos componentes, comienzan a reaccionar entre ellos transformándose y variando con el tiempo, intercambiando entre sí átomos y energía, tomando diversas configuraciones y estructura, hasta llegar por fin a un estado de equilibrio en el que ya no se producen más transformaciones.

El segundo tipo es abierto, similar al primero pero el conjunto intercambia continuamente materiales y energía con su entorno en el que existe una cantidad mucho mayor de todos ellos, el sistema resulta bastante más complicado y adopta estructuras y configuraciones variables, dependiendo de los materiales y energía que intercambia.

El tercer tipo es el más interesante, abierto en cuanto al intercambio de materiales y energía con su entorno, pero cerrado en cuanto adquiere una configuración y estructura interna que mantiene a pesar de los cambios que le llegan del exterior. Naturalmente dentro de ciertos límites traspasados los cuales no puede mantener su organización interna y desaparece.

Un huracán nace cuando la temperatura de la superficie del mar en un punto es muy alta. El aire situado en contacto con ella se calienta, se hace más liviano y asciende, el que le rodea viene a ocupar su puesto desplazándose horizontalmente desde todos los lados, la columna de aire asciende. A causa del efecto coriolis (que aquí no nos interesa) la columna comienza a girar como el agua que sale por el desagüe de una bañera, el violento ascenso aspira agua que una vez enfriada en las alturas regresa en forma de lluvia, ya tenemos formado al huracán.

El fenómeno intercambia energía calorífica (que toma del agua y difunde en las alturas) y materiales (agua principalmente) de su entorno de forma continua, pero conserva su forma a pesar de las variaciones del flujo que le alimenta. Se desplaza, pero sigue girando hasta que sale a tierra y al faltarle el agua no puede resistir y muere.

De forma similar, mediante la autoorganización surgió el universo, y se formaron las galaxias, las estrellas, sus sistemas planetarios y La Tierra, y apareció la vida en ella.

(continuará)

Capítulo 4 - En Camino - Los primeros pasos

 

Tema: Viaje al interior de la mente

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Comenzaremos pues revisando una tras otra lo que nos parecen ideas básicas y especialmente las que constituyen juicios de valor ¿Desde cuando lo consideramos así?, si es desde siempre, desde la infancia, seguro que lo hemos adoptado sin razonar sobre ello. Ha llegado el momento de hacerlo, y si además el ponerlas en duda levanta una emoción de rechazo todavía resulta más necesaria su revisión.

Hay cosas que sabemos que no son como se creía hace unos cuantos siglos y sin embargo nos seguimos comportando de acuerdo con las viejas ideas, principalmente temas sobre nuestra propia naturaleza y la del mundo y todo lo llamado sobrenatural, claro para la ciencia, terriblemente confuso para muchos.

Revisar estas ideas no significa rechazarlas sin más sino reflexionar y buscar en que se basan. A la mayor parte tendremos que modificarlas o incluso sustituirlas, algunas son pura basura que sólo sirven para crearnos dificultades.

Otro tanto tendremos que hacer a continuación con los juicios de valor. ¿Porqué consideramos esto bueno y lo otro malo?, aquí necesitaremos estar atentos al inevitable rechazo emocional a pensar siquiera sobre estos temas.

Todos estos prejuicios (en el sentido de juicios previos, anteriores a nuestra capacidad de razonar y elaborarnos) que nos han sido inculcados, consideran a la persona no como un ente individual y único sino como una pieza intercambiable dentro de un conjunto. En otras palabras como una oveja que forma parte de un rebaño, algo ideal para los que tienen vocación de pastores.

Dentro de nuestra mente estas ideas y juicios de valor heredados se agrupan formando lo que Freud llamó el "superyo", que trata de controlar y dominar al "yo", nuestra propia identidad. Para mí el nombre apropiado no es "superyo" sino "censor".

Su efecto es el de rechazar parte de nuestros deseos, gustos, pensamientos y emociones de la zona consciente y relegarlos al subconsciente desde donde siguen actuando y jugando su papel en nuestro comportamiento, sin que tengamos una idea clara sobre su existencia. La consecuencia es que no nos comprendamos a nosotros mismos, lo que origina a su vez inseguridad, inestabilidad emocional e incluso remordimientos.

En el curso de nuestro viaje todo lo que ha sido artificialmente confinado en el subconsciente irá aflorando y saliendo a la luz. ¿Miedo a conocerlo?, quizás, pero es lo mismo que cerrar los ojos para no ver un precipicio, o el clásico ocultar la cabeza bajo el ala que atribuimos a las avestruces.

Cuanto se encuentra en el subsconciente es tan parte de nosotros mismos como lo consciente, y tiene el mismo influjo en nuestras decisiones. Para dirigir la coordinación y buscar la armonía de todos los elementos que integran nuestro yo contamos con el pensamiento lógico que, en casos extremos, tiene la capacidad de imponerse a los demás, y dificilmente podrá realizar bien su trabajo si desconoce a parte de los mismos.

En el curso de nuestro viaje tendremos que volver una y otra vez a revisar y completar este trabajo previo, conforme vayamos descubriendo aspectos ocultos de nuestra mente o nos tropecemos con ideas y creencias que no obstante haber sido elaboradas por nosotros lo fueron apoyándose en algunas básicas que antaño considerabamos verdades absolutas, pero que no resistieron el examen a que las sometimos después.

 

(continuará)

Capítulo III - Seudociencia

 

Tema: Comprender lo incomprensible 

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Al llegar aquí es necesario hacer un inciso para desenmascarar a los que, deliberada o involuntariamente, se dedican a embrollar y crear confusión en el delicado asunto del conocimiento. Utilizan el método de emplear palabras científicas dándolas un significado arbitrario y fuera de su definición correcta, en la esperanza de deslumbrar con ellas a quienes no tienen muy claras estas definiciones.

La más usual es la de energía, sin especificar de cual de sus múltiples modalidades se trata, calorífica, cinética, eléctrica, etc., y usándola fuera de las definiciones de todas ellas. Si pretenden que se trata de una nueva modalidad conocida por ellos pero no por los científicos, ¡algo bastante difícil!, deberían darnos una definición y explicar de donde procede y de que forma se transforma en las demás. Para colmo le aplican los adjetivos de positiva y negativa. La energía no es ni positiva ni negativa, tan sólo pueden serlo los valores de las unidades que empleamos para medirla. En realidad los charlatanes hacen equivalente estos adjetivos a bueno y malo, algo totalmente ajeno a la física.

Estos absurdos no impiden que algunas personas, demasiadas, crean que hay gentes capaces de soltar a través de las manos o de los ojos un chorro de esta misteriosa energía y curar con ella. Naturalmente sólo curan enfermedades psicológicas como la depresión, nunca lo han conseguido con huesos rotos o restablecido un miembro amputado.

¿Y que decir de los que pretenden que la posición aparente de las estrellas (vistas desde nuestro planeta, puesto que vistas desde otro lugar las constelaciones serían completamente distintas) puede tener relación con el futuro de una persona? No merecen ni un comentario.

A efectos prácticos podemos clasificar nuestros conocimientos en cuatro campos.

El primero es el de lo que sabemos con seguridad, referido a nuestra época y a las inmediatamente anteriores, no a los siglos y milenios que las precedieron y en los cuales todo era misterioso y las explicaciones puramente arbitrarias. Nadie en su sano juicio y con un nivel cultural suficiente puede dudar hoy de la existencia de América o de que la Tierra gira en torno al Sol. Sin embargo de cuando en cuando un genio pone en entredicho alguno de estos conocimientos consolidados, pero en realidad no le anula sino que le reduce a un caso particular dentro de un conjunto más amplio. Por ejemplo la relatividad de Einstein no quita su validez a las leyes de la física clásica, que se siguen usando como antes, las reduce al caso particular de que la velocidad no alcance unos valores desmesuradamente grandes comparados con los que podemos observar en nuestro entorno, velocidades que sólo se pueden percibir y medir mediante sofisticados instrumentos científicos. Por debajo de dicho límite los resultados sólo difieren en cantidades pequeñísimas, despreciables.

El segundo campo es el de las conjeturas e hipótesis. No se formulan a capricho sino porque dan una explicación a hechos que hasta el momento no la tenían, pero no están demostradas. Hay científicos que las formulan y otros que difieren, pero todos las consideran como provisionales y pendientes de que experimentos o estudios posteriores las confirmen o invaliden.

El tercero es simplemente lo que no conocemos. Donde únicamente podemos decir "no lo se". Sobre él se afanan los científicos para alejar sus límites.

Pero hay un cuarto que generalmente no tomamos en consideración. El inverso del primero, lo que estamos seguros de que no puede ser. Es el que nos permite rechazar de plano las tonterías de la seudociencia, y lo sobrenatural, con cierta prudencia desde luego, pero en la seguridad de que cuando haya existido alguna posibilidad de su validez, por pequeña que sea, un gran número de científicos se habrán lanzado a explorar a fondo todos sus resquicios y realizar experimentos, en la esperanza de conseguir algún nuevo descubrimiento y la fama correspondiente.

(continuará)

Cápitulo 3 - Iniciando el viaje

 

Tema: Viaje al interior de la mente 

(Ver capítulos anteriores de este tema)

 

Lo primero es remover los obstáculos artificiales que nos lo impiden. Siendo niños cuando no teníamos la capacidad de razonar y de aceptar o rechazar como falso lo que nos decían, la sociedad, a través principalmente de nuestros padres, hizo que nos inculcaran una serie de ideas y juicios de valor preestablecidos, acordes con un modelo standard propio del país y de la época en que por azar hemos nacido.

Se comprende, pues alguien tenía que decidir por nosotros en nuestro comportamiento. El mal estriba en que han perdurado en la edad adulta, en que los utilizan los dirigentes de la sociedad en que vivimos para manipularnos y, especialmente, en que van asociados a emociones que tratan de impedir el que se pongan en duda y nos crean malestar cuando nuestros actos no se ajustan a ellos.

Hoy cualquier persona culta sabe perfectamente que este modelo compuesto principalmente por normas sociales y una religión y su moral es completamente distinto en otros países y lo fue en otras épocas. Por añadidura está anticuado y obsoleto dada la rapidez con que se suceden los cambios actualmente. ¿Porqué pues no le desechamos o al menos le revisamos? Sin duda a causa de las emociones unidas a estas ideas que lo obstaculizan y a la costumbre de haberlas considerado ciertas desde siempre.

Si de verdad queremos conocernos a nosotros mismos tendremos que hacerlo. De lo contrario cada vez que nos tropecemos con algún aspecto de nuestra personalidad, sentimientos, emociones, deseos, gustos, etc. que no se ajusten al modelo nos negaremos inconscientemente a verlo empujándolo aun más lejos en la zona oscura, en el subconsciente. Y cada vez que un razonamiento lógico entre en contradicción con el susodicho modelo le desecharemos.

Pocos son hoy los que mantienen en su integridad todo este sistema de juicios de valor y creencias preestablecidos, les aplicamos el adjetivo peyorativo de "fanáticos" pero sería más humano el compadecerles, sin perjuicio de tener cuidado cuando tratamos con ellos.

La mayoría de los habitantes de los paises cultos han modificado en su fuero interno una parte mayor o menor de este modelo, lo más burdo, conservando otra, la que conlleva emociones más intensas. El resultado son contradicciones internas que pueden amargar su vida y que en ocasiones las incitan a no pensar.

En el otro extremo también son pocos los que han desechado totalmente el modelo sustituyéndole por otro de elaboración propia. En cuanto a nuestro caso particular es mejor que no nos hagamos demasiadas ilusiones, si realizamos el viaje hacia el interior ya lo veremos.

Todo lo hasta aquí expuesto, y su continuación, se lee en poco tiempo pero si vamos a realizar el viaje, llevando la luz hasta las profundidades de nuestra mente, necesitaremos dedicarle mucho más, meses, quizás incluso años, depende de nuestra situación personal. El ideal es adquirir la costumbre de dedicarnos a pensar sobre nosotros mismos en momentos destinados exclusivamente a ello y de forma periódica.

 

(continuará)

Capítulo II - Luz y colores

 

Tema: Comprender lo incomprensible 

(Ver capítulo anterior de este tema)

 

Vamos a comenzar a distanciar nuestro conocimiento de la servidumbre de las imágenes utilizando otra buena herramienta, el lenguaje, mediante definiciones, lo que nos permitirá entrar de una forma comprensible en el campo de las abstracciones, aunque sin llegar al nivel que los científicos obtienen a través de las matemáticas. Para ello lo mejor es comenzar por la esencia misma de las imágenes, la luz y los colores.

Sabemos perfectamente que la luz no es más que una pequeña gama de las radiaciones electromagnéticas que se diferencian unas de otras por su frecuencia. La frecuencia crece de forma constante y uniforme pero sus distintos tramos producen efectos completamente distintos, rayos equis, microondas, ondas de TV y de radio, rayos infrarrojos, luz, rayos ultravioleta, etc. Lo único que hace diferente a la luz, para nosotros, es que uno de nuestros sentidos la utiliza.

En cuanto a los colores no existen fuera de nuestra mente, cada uno de sus matices es simplemente una frecuencia ligeramente distinta de las inmediatas y los cuerpos no poseen color, sólo la capacidad de reflejar o no determinadas frecuencias, dentro y fuera de la gama de la luz. Algunos animales ven en una gama algo distinta de la nuestra que comprende bien una porción de los rayos infrarrojos, bien una porción de los ultravioleta, ¿como son estos colores que ellos perciben?, la pregunta no tiene sentido, la representación en su cerebro de estas frecuencias y de las que nosotros vemos queda fuera de nuestro alcance.

Tampoco es cierto que los distintos colores estén formados en la naturaleza por la mezcla de tres básicos, cada matiz tiene su propia frecuencia incluidos los que llamamos básicos que en nada se diferencian de los otros. Lo que ocurre es que nuestros ojos sólo tienen tres tipos de receptores cada uno de los cuales reacciona plenamente frente a un color básico y parcialmente frente a los intermedios, para nuestra visión es indiferente que nos llegue una sola de estas frecuencias o dos o tres de las básicas en la proporción adecuada.

Con lo expuesto creo que habrá quedado suficientemente desmitificada la idea inconsciente que todos tenemos de la naturaleza de la luz y los colores y con ello resaltada la relatividad de las imágenes. Nada de esto resta utilidad a nuestra práctica de mezclar siempre colores básicos para obtener los restantes en nuestras computadoras y fotografías. Tampoco debe incitarnos a desconfiar de las imágenes que percibimos y que son para nosotros la mejor representación del mundo real, en nuestro entorno habitual. Pero nos permitirá hacernos una idea más clara cuando nos alejamos de dicho entorno para aventurarnos más lejos en la consecución del conocimiento.

Lo primero a lo que nos enfrentamos en esta apasionante aventura es con aquello que no percibimos simplemente por tener un tamaño demasiado pequeño o por encontrarse demasiado lejos, este problema ha sido resuelto, hasta cierto nivel, con los microscopios y los telescopios, ya que por lo demás sus imágenes son idénticas a las que percibimos directamente.

Pero ¿como visualizar por ejemplo la composición de un átomo?, las partículas que los componen no son cuerpos como los que vemos y tienen propiedades distintas. Recurrimos a un modelo basado en una imagen, podemos representar el átomo como un conjunto de bolitas que forman su núcleo con otras mucho más pequeñas que giran a su alrededor, pero sabemos que esto es totalmente falso y que las leyes que gobiernan en nuestro entorno y en otros más amplios el movimiento de un cuerpo alrededor de otro no son ya aplicables. El modelo es bueno para ayudar a nuestra memoria y comprensión, pero tenemos que cuidar de no confundirle con la realidad.

Más lejos los modelos basados en imágenes dejan de sernos de utilidad y tenemos que limitarnos a comprender la realidad a través del lenguaje mediante las definiciones, o si somos capaces, a formular modelos matemáticos.

(continuará)

Capítulo 2 - La Mente

 

Tema:  Viaje al interior de la mente 

(Ver capítulo anterior de este tema)

 

Nuestra mente es única, pero se ha desarrollado dentro de una estructura general que compartimos con el resto de los humanos, lo mismo que ocurre con nuestro cuerpo. Como él se compone de una multitud de partes que deben funcionar de una forma armónica y sincronizada. De esta armonía depende su salud que es más difícil de mantener que la del cuerpo debido a ideas ajenas introducidas en la misma desde edad muy temprana.

Estos elementos que integran la mente fueron surgiendo a lo largo de la evolución, y cada grupo ocupa una zona del cerebro que, a groso modo, rodea y envuelve a la anterior.

Los más antiguos son los automatismos y reflejos, que compartimos con todos los animales. Siguieron los instintos y luego vinieron las emociones lo que constituyó un considerable avance.

Las emociones precisan de una memoria ya muy desarrollada para poder comparar con su contenido la información que nos llega del exterior a través de los sentidos y desarrollar consiguientemente una reacción más elaborada que la que nos dan los reflejos e instintos. Una parte de las emociones, los sentimientos, resulta imprescindible desde que algunos animales, mamíferos y otros, comenzaron a cuidar de sus hijos y a formar sociedades.

En la capa más externa del cerebro reside el pensamiento que inicialmente fue de asociación de ideas (como noche o desconocido con peligro) llegando posteriormente al razonamiento lógico, al menos en la especie humana. Para hacerlo posible nuestra memoria ha llegado a un tamaño tan considerable que, por comparación, deja como insignificante a la de los mayores discos duros de nuestros mejores ordenadores, nada extraño si comparamos el número de nuestras neuronas y sus enlaces con el de circuitos que contienen los ordenadores.

Sin la memoria no seríamos nada, y es en sus abismos donde vamos a bucear en nuestro viaje al interior de nuestra mente. Allí se encuentra nuestra historia personal, cuanto conocemos y podemos recordar y también todo aquello cuyo acceso queda fuera del alcance de nuestra voluntad consciente. Allí se encuentran asimismo en zonas cada vez más oscuras parte de nuestras emociones y de nuestros sentimientos, ideas mejor o peor construidas, y un gran número de conceptos que fueron introducidos en nuestra mente por otros y que son precisamente el mayor obstáculo con que vamos a tropezar durante el viaje que nos disponemos a emprender.

 

(continuará)

Capítulo I - Prólogo

 

Tema: Comprender lo incomprensible 

(Ver cabecera)

 

El conocimiento en sí es apasionante, cuanto nos rodea, el mundo en que vivimos, la naturaleza, el universo, la vida, lo inmensamente grande o inmensamente pequeño. Hasta cierto punto todos tenemos necesidad de él, y sólo la ciencia nos puede dar una visión de conjunto armónica, sin contradicciones, en la que cada paso ha sido comprobado una y mil veces por diferentes científicos hasta ir desechando o confirmando hipótesis, y apoyándose en los avances de generaciones anteriores. Y ha sido la ciencia la que ha permitido el avance en la tecnología y con ello la mejora de nuestro nivel de vida, lo que no habría sido posible sin el descubrimiento de leyes de la naturaleza coherentes y válidas en todo el planeta, a diferencia de creencias, religiones y filosofías, distintas según los países. Pero la ciencia se va haciendo cada vez más incomprensible para el común de las personas en sus últimos descubrimientos e hipótesis.

Esto nada tiene de extraño. Nuestros sentidos nos dan un conjunto de informaciones sobre lo que nos rodea y nuestro cerebro elabora con ellos una representación de la realidad basada en esta información y especialmente en las imágenes ya que la visión es nuestro sentido principal. Sentidos y cerebro se han ido configurando y perfeccionando a lo largo de la evolución con un fin práctico, desenvolvernos y sobrevivir en nuestro entorno.

La ciencia, especialmente en los últimos años, ha experimentado avances considerables explorando entornos cada vez más alejados del nuestro habitual. ¿Como representar en imágenes lo que ocurre a nivel subatómico o en las lejanas profundidades del espacio, o las sutilezas de la interacción entre energía y materia, o las asombrosas cualidades de esta última? Evidentemente nuestros sentidos nunca han estado configurados para ello ni nuestro cerebro para darnos una representación adecuada en imágenes. Hasta ahora nos hemos arreglado imaginando modelos que nos dan una idea más o menos aproximada aunque nos consta que no son más que eso, modelos. Pero la ciencia ha profundizado demasiado para que nos sigan sirviendo.

Los científicos se han visto obligados a prescindir de estos rudimentarios modelos y sustituirlos por modelos matemáticos formados por complicados conjuntos de ecuaciones y que para ellos, una vez acostumbrados, representan mucho mejor la realidad y les permiten efectuar comprobaciones y seguir avanzando en el conocimiento. ¿Pero y los demás? Creo que pocos se sentirán a gusto con las explicaciones que nos dan en los artículos científicos cuando nos hablan del comportamiento y naturaleza de las partículas que componen los átomos, de la física cuántica o de la teoría de cuerdas. Desde luego yo no.

Necesitamos un replanteamiento de nuestras ideas, distanciándonos un poco de las puras imágenes, aunque sin necesidad de entrar en el mundo de las matemáticas que fuera de los especialistas en ello y científicos que las utilizan pocos podrán abarcar en su inmensa complejidad. Necesitamos especialmente diferenciar entre realidad y modelos de la misma y comprender como los elabora nuestro cerebro. Desde luego no se trata de llegar al nivel que ha alcanzado un científico después de dedicar a su especialidad toda la vida, ni de comprender todas sus hipótesis y elucubraciones, sino de mejorar nuestra cultura general y el disfrute que ello conlleva. Y creo que esto es perfectamente posible. E incluso que para explicar como hacerlo es mejor una persona de cultura normal que se ha dedicado siempre con placer a seguir los últimos avances de la ciencia en sus diversos campos, que un científico que generalmente navega ya por otros derroteros. Así pues voy a intentarlo.

(continuará)

Capítulo 1 - Conocerte a ti mismo

Tema: Viaje al interior de la mente

(Ver cabecera)

Por naturaleza tenemos que vivir en sociedad y es por tanto importante conocer a los que nos rodean, y más que nada conocernos a nosotros mismos. Además esto último es un paso previo necesario para comprender bien a los otros.

Aunque parezca difícil, por lo complicado de nuestra mente y sobre todo por los obstáculos artificiales interpuestos, toda persona adulta y sana es perfectamente capaz de emprender este camino.

También pueden ayudar los profesionales, pero ¿que psicólogo, por mucho que le contemos, podrá saber sobre nosotros más que nosotros mismos? Dejemos psicólogos y psiquiatras para los casos patológicos, que es lo suyo, pero sin dudar en recurrir a ellos si vemos que hemos traspasado un límite tras el cual ya no podemos valernos solos.

Nuestro comportamiento, pensamientos, ideas que nos formamos sobre personas y cosas, no dependen exclusivamente de nuestra capacidad de razonamiento lógico, como nos gustaría creer. Otros factores como instintos y emociones juegan un importante papel en ello, Incluso el sentimiento de nuestra propia identidad (la continuidad entre el ayer guardado en la memoria y el hoy) es subjetivo y a veces está falseado.

Pero nada de esto nos impide emprender la exploración de nuestra mente si de verdad deseamos hacerlo. Desde luego será necesario estar dispuestos a aceptar lo que encontremos, nos guste o no. Tenemos la tendencia a mezclar en todo razonamiento los "juicios de valor", que son necesarios cuando vamos a tomar una decisión y actuar, pero un obstáculo si de lo que se trata es de comprender la realidad, y hay que estar prevenidos contra ello.

También necesitamos tiempo. El viaje al interior de nuestra mente no se puede hacer a la carrera, hay que pensar tranquilamente, reflexionar, evocar recuerdos, volver de cuando en cuando a repasar lo ya examinado.

El recorrido de este camino resulta apasionante y fructífero. Nuestro propio conocimiento nos depara serenidad, contribuye a nuestro equilibrio emocional y a que nos sintamos a gusto con nosotros mismos, a aceptarnos tal y como somos en nuestra propia identidad sin necesidad de compararnos con el modelo standard y anticuado que nos ofrece la sociedad. Y se acabaron autorrecriminaciones y remordimientos que son totalmente inútiles pues el pasado no se puede modificar.

El conocernos también nos ayuda a ser más tolerantes con los demás, a comprenderles mejor, a prescindir de la nefasta costumbre de hacer juicios de valor sobre su comportamiento en todo aquello que no nos concierne. En suma a mejorar y hacer más gratas nuestras relaciones con los amigos y en general con cuantos nos rodean.

Lo que sigue es fruto de mi propia experiencia a lo largo de este camino que creo haber recorrido hasta el final. Debo decir que los libros me han ayudado muy poco, algo más en la segunda parte, el conocimiento objetivo de los demás. En esta segunda tarea me ha resultado de gran utilidad la comparación de los comentarios de distintas personas sobre un mismo tema en Internet, y los temas en si mismos. Mi reconocimiento al autor y comentaristas habituales del ya desaparecido blog El Hábitat del Unicornio que luego se llamó El Lado Oscuro.

 

(continuará)

Blog de Esbrújulo

Blog de Esbrújulo

Temas

Viaje al interior de la mente

Pretende ser una ayuda práctica para el que quiera seguir el camino que conduce a conocerse uno a si mismo. Basado en la experiencia personal y sin tecnicismos. Luego este conocimiento es inestimable para conocer a los demás y mantener una buena armonía con ellos, en este aspecto he aprendido mucho del ya desaparecido blog "El Hábitat del Unicornio" a cuyo autor quiero expresar mi agradecimiento.

Fecha de comienzo 21/9/06

 

Comprender lo incomprensible

Explicación clara y concisa de algunos conceptos básicos de la ciencia necesarios para nuestra cultura general, que suelen estar muy mal explicados y peor entendidos. Procedentes de una diversidad de fuentes y elaborados por mis propias reflexiones son un resumen destinado inicalmente a mi propio uso. Sería una satisfacción para mí si resultan útiles a los lectores del blog.

Fecha de comienzo 28/9/06

 

Plan

Mi intención, que espero cumplir, es añadir cada semana un artículo a cada uno de estos dos temas alternativamente, y dedicar el resto de los días a prepararlos y a atender los comentaros que los visitantes puedan hacer a los mismos. Comentarios que serán recibidos siempre con satisfacción. En principio cada uno de los dos temas constará de unos ocho o nueve capítulos, pero es posible que los amplié u acorte dependiendo de la reacción que vaya viendo en los comentarios.

 

Saludo

Quienquiera que seas:

-- Antiguo amigo o conocido de este maravilloso mundo virtual en que cada uno somos lo mejor de nosotros mismos, lo más espiritual y mental. Sin las coacciones de la vida ordinaria, sin tener que ocultar o maquillar nuestros pensamientos si nos apetece exponerlos, sin las servidumbres del mundo material.

-- Amigo en el mundo físico a quien he revelado el seudónimo que me permite esta plena libertad de expresión.

-- Paseante o viajero del mundo virtual de Internet que por azar ha llegado hasta aquí.

A todos

Bienvenidos a mi blog.

 

Notas-  A la derecha, en Temas, pulsar para ver sólo uno de los dos o esta cabecera de presentación.

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